Squid

La banda entre Brighton y Londres, con residencia confirmada en esta última, debutó en 2016 con 'Perfect Teeth', single emocionalmente abstracto que lleva la música clásica a las salas gracias a esos riffs made in DIIV, que a su vez cuentan con retazos de sabiduría sintética con los que el cuarteto formado por el vocalista y batería Ollie Judge, Luis Borlase a caballo entre el bajo, la guitarra y ayudas vocales, Anton Person a la guitarra y Arthur Leadbetter con las manos distribuidas entre el sinte y el chelo, desafiaban las reglas del juego hasta ahora establecidas, camino que "LINO" prestigia con su rollo Oscar And The Wolf en esa intro en la que oscuridad y deseo se dan la mano, ambos canalizados en 'Liquid Light', fuente de inspiración generacional para superar los retos de la vida, cayendo solamente en el rock jazzístico en su puesta en largo hacia adelante, lo que incluye a 'II' y esa forma suya tan personal de dejar ver que la psicodelia no tiene porque ser intensa ni depender del krautrock a la hora de voltear cabezas.

El 2018 trajo consigo la suma de Laurie Nankivell a la banda, trayendo cambios instrumentales y estilísticos en 'Terrestrial Changeover Blues', un tercio de cerveza musical donde el post-punk empieza a tomar forma tras un contacto popero que por poco acaba en depresión, salvado gracias al cambio vocal hacia shame evoca una profunda renovación de lo conocido hasta ahora, saltando su estilismo por la borda definitivamente en 'The Dial', agitando el cotarro con un garage buen rollista que dispara sinteticismo allá por donde va, dejándose llevar por estallidos de noise que rebañan una rabia de la que no se tenía constancia, sobreviviendo a eso de tener que tocar fondo mentalmente con un rearme profundo en 'Houseplants', tocando acordes figurativos de TRAAMS mientras les acompaña la corneta en modo Drahla para hacer de su último single una fiesta desatada en la que no debe dejar de girar la rueda de la locura más intensa y vívida de, como definen ellos mismos, la banda submarina de chicos más insaciable de Londres.


📷 Matilda Hill-Jenkins