ILL GLOBO - Check The Odds EP

ILL GLOBO debutan con el EP "Check The Odds", via Aarght Records, remarcando que Australia se está poniendo firme en esto del punk, fuzz, rock, garage, (cuasi) hardcore y noise, demostrándolo con su minutaje y con lo que sale por los altavoces, entonando 'Make Up' una locura lo-fieada de un noise centelleado por las cuerdas, que tiene la decencia de respetar los vocales del cantante del todavía desconocido cuarteto de Melbourne, acercándose su final a una rayantura, con la que la ya conocida 'Streamlined Success', aprovecha para subirse al carro del desfase, proyectando su sonido sobre una velocidad demencial con la que perder la cabeza es lo mínimo que a uno le puede pasar, eso si la batería de 'Chewy On Ya Boot' no se la corta primero, estando al micrófono atento a ello mientras se le va pegando el filtrado de Beekeepers, flipando a su vez al mismo tiempo por la rebautización rockera de si mismos, lo cual acaba con una rotura de cuello cuya recuperación va a tener que esperar a que pase 'Imposter', cuyo incendio fuzzero junto a la electricidad estática que ondean su ambiente y el pogo dispuesto en la pista de baile, no hacen sino que cebarse más todavía con nuestra salud.

'Page One' se relaja y hace una pausa antes de su empiece, más que nada para distinguir ambas caras de lo editado como un 7", pero una vez que la instrumentación hace acto de presencia, la degeneración, el abismo a la oscuridad constante así como el temor a que su mensaje quede en el tintero, juega a su favor al tiempo que los muestra un paso por encima de lo vivido en el primer párrafo, poniendo la mente el foco en JOHN y Modern Technology, refrendado también en 'Cheap Fake', aunque el ritmo de esta última se embarca en un viaje de corte ska que anula la dureza de su, a priori, inadapatación teórica, ya que la realidad acaba siendo que casa a la perfección, gustándose también con ello 'Twitchin'' y una electrificada 'Good Work', cuya corriente de nueva ola parece no afectarles en absoluto, ya que ellos siguen a lo suyo hasta dictar la sentencia final, eso sí, con un gesto de desaprobación.


📷 Emily Herbert