Mavourneen empezó siendo el proyecto en solitario de Hans Gustav Bjørklund Moulvad, quien incluso ya ha grabado las canciones de lo que será su álbum debut en el estudio de Sonic Youth en Nueva York, las cuales contarán ya en directo con la presencia de Benedicte Pierleoni-Nielsen, que le acompaña a la batería para dar vida al post-punk que se traen entre ambos, del cual solo hay muestras de sesiones en directo, correspondiendo la última a 'Bliss', que empieza con un ambient shoegazero en un acústico de las cuerdas, que cuando rompe, es objeto de culto por una batería que marca el camino de la lucha mientras que el suyo es el de la redención más absoluta, instrumental y vocalmente, alcanzando el estatus de (espero) una de sus referencias, Elias Bender Rønnenfelt (Iceage, Marching Church), quien no desaparece del radar en 'Burst', gozando aquí de unos riffs que hacen apología de la reverberación y el delay por antonomasia, recreándose con un infierno catártico creado a base de garage y grunge al que el post-rock de las baquetas intenta sobrevivir, viéndose abrumado por una nube inconsistente de distorsión que toca hueso en sus momentos álgidos.
A la misma exposición se ve sometida 'Fountain Of Youth', que pone a ambos daneses a la misma altura estilística, captando unos registros de desesperación que el mundo de los artistas pone como fecha límite los 27 años, terminándose de desangrar con 'Not Yours, Never Was', atreviéndose a dibujar los trazos de un muro de ruido contemporáneo como es el de My Bloody Valentine, intentando las cuerdas que la percusión no se haga con su terreno de juego, dejándolo por imposible en un final apoteósico que manda a ambos al espacio exterior en forma de deliberados fuegos artificiales.
📷 Laura loana V