Los hermanos Carillo, Jack y Sam, debutan en largo homónimamente via Cruel Nature Records, sumando dos miembros a la causa, Arthur Erb y Cody Philips, aumentando la violencia psicodélica a la que los anteriores CRONIES nos tenían malacostumbrados, entrando al trapo 'Neanderthal Sweep' con unos riffs cuyo stoner no perturban ni un ápice la oscuridad de sus vocales, confrontación que se traduce en una bipolaridad artística que activa un post-hardcore que relame las heridas punk de su lírica, tomando la alternativa una arranque de velocidad metalúrgico que auspicia a 'Its A Slippery Slope' a un puntal garagero de folclore que recorre el mundo de ultratumba de Beekeepers, justo cuando la espacialidad reverberada es hipotéticamente necesaria, saliendo su demogorgon de su ser con un grito pelado tan incandescientemente perturbador, que la esperada temporada de 'Pointdexter', lleva a una catarsis de noise hipocondríaco de altas frecuencias cuyo tono maldito tiene una segunda remesa en clave rockera que podría rememorar cualquier concierto venido de los 70's.
De 'Richie From Lebanon' emerge la figura de los Modern Technology más abruptos y desfigurados, algo que se lleva los aplausos del respetable, estos sin ni siquiera saber la bomba atómica que se les viene encima aka 'Sugarbush', cuya celebración casi escolar se ve enmarcada en una fusión del núcleo estilístico que también osa propagar 'Little Kings Of Kansas', enfangada esta en el mosaico que BALA suele construir a su alrededor, no procastinando en detalles al respecto y cayendo exhausta sobre 'Slush Fund', en donde sus cenizas sobreviven a una hipnótica electrificación cordal que arde con todo a su paso, elevando sus almas ante la dejadez en la tierra del nacimiento de las semillas del nuevo diablo, grungeándose este junto a 'Head Like A Nursery Rhyme' para alcanzar la maduración instrumental con una muerte en vida a la que todavía le queda cuerda para rato.
📷 Jessica G.
