Algo ha cambiado en Silverbacks desde su debut hace dos años, ya que al escuchar su primer LP para Full Time Hobby, "Archive Material", el quinteto de Dublín, le mete una marcha más rockera y oscura a lo que nos tenían acostumbrados, siendo el faro en el que guiarse el tema que da nombre al álbum, soltando su instrumentación por entre un post-punk que difiere de la sienrgia de lo vocales, algo que también refleja 'A Job Worth Something', manteniendo aquí la constancia y el ritmo de L I T H I C S, para darle las cuerdas el valor sentimental y lisérgico que el micrófono demanda, moviéndose en círculos que no están exentos de sobrepasar el límite de velocidad, síntoma de la aparición volada de 'Wear My Medals', cuya fuerza tempranera se posiciona por descontado en la lírica, con frases como 'el sucio Phelps se come sus huevos de oro crudos', cantadas por Emma en un tono pop que pone de manifiesto la ironía de su música, lo que respalda la persuasión de Preoccupations, la misma que se aleja del sentimiento de cantautor masculino de 'They Were Never Our People', contoneándose este como una estrella que precisa de su coro para que el impacto de su espectáculo sea mayor y no se pueda borrar de la retina, teniendo que llegar 'Rolodex City' para desmontar todo el tinglado en pos del egg-punk archiconocido de The Cool Greenhouse.
Despojada de la caja de ritmos, 'Different Kind Of Holiday' otora al dramatismo ochentero de los tsch-tsch con una chulería cuya chupa de cuero no sabe sobrellevar, lo cual casa con la sobreexcitación new wave y sintética de NOTS, con la que distorsionan su repertorio, acto de rebeldía que 'Carshade' pretende acotar con una dicotomía peliculera que solo 'Central Tones' sabe tratar, dando en el clavo al volver al redil de insubordinación canadiense, mientras la osadía cordal se va cobrando sus primeras víctimas alzando la voz por entre los 90's, llegando al punto álgido de la experimentación con una jam session cercana a King Gizzard & The Lizard Wizard, despropósito combativo de fuzz que se alarga en 'Recycle Culture', desatándose una locura del todo inglesa de nueva ola que afecta por igual a todas las partes aquí implicadas, escupiendo su rabia por la boca de una manera exacerbada nunca antes jamás vista, algo a lo que les cuesta volver en 'Econymo', pero cuando llega, lo hace con una sobredosis baterística con la que se relamen, felicidad a la que 'Nothing To Write Home About' pone en entredicho con una revuelta intelectual, en la que los cantantes, batiéndose en duelo, exponen sus consignas al tiempo que el resto de la banda lo consiente o lo rechaza, quedando en unas tablas que 'I'm Wild' aprovecha para hacer un repaso de todo lo cariacontecido.