'Stool Pigeon' arranca su andadura cariaconteciendo la psicodelia entre sus magnificencias, con todos uniéndose al micrófono como especie de mantra controlado por sus autoridades satánicas, nutriéndose de las cuerdas y del infierno que crean en conjunto, influencia para con 'Wart Hog Man', deseosa de vanalidades concluyentes que casen con el arrojo que profesan, una suerte de Slaves bienaventurados sumidos en la pernoctación que el mismísimo diablo tiene para ellos, huracán de ruido imperturbable a la altura de Beekeepers rezándole a sus demonios, conjetura en clave post-punk que 'Into The Crypt' desarrolla en base a unas alucinaciones, gracias a las cuales a alguno le habrán llevado a arrancarse los oídos, expresión de máximo infortunio sobre el que gira su abrasador universo, techno incluido, mentalizado de guardarse lo mejor para 'Meat Creep' y ese final que recae en 'Pest Control', auspiciando el daño de los 70's en una apoplejía sonora, desinhibida y de violenca extrema, que hace mejor a este álbum con cada escucha, síntesis peyorativa del avance del punk y sus aliados a pasos agigantados.
📷 Quilla van Lieshout