Dyatlov - Dyatlov

El día D ha llegado con la publicación del álbum debut homónimo de Dyatlov, via Spazz Records, presentándose el sexteto con una 'Intro' que descarrila oníricamente hacia el mal oscurantista, una especie de oda instrumental a Osees cuya continuación le corresponde a 'Rubble', la cual gira en su misma órbita impulsando el punk garagero de destilación propia, compartiendo el micrófono y elevando los riffs a la altura del mejor fuzz de la tierra, alcanzando una alucinación demencial cuya carrera de fondo es perfecta para catalizar el post-punk lo-fi de 'Polonium', ofrenda gótica mediante, que genera un cuadro de luces estroboscópicas difuminadas con el humo sintético, navegante por entre la catarsis ruidista que balbucea bajísticamente sin ninguna plegaria eclesiástica de por medio, sin concesiones con 'Nobody', martilleante de forma militar para que el punk que representa, surfee las olas más barítonas, exaltación sinagógica de la juerga más desorbitante y exacerbada, por aquello de las constantes sobrecargas de sonido, llevando sus límites también a los estudios Katzwijm.

'Stool Pigeon' arranca su andadura cariaconteciendo la psicodelia entre sus magnificencias, con todos uniéndose al micrófono como especie de mantra controlado por sus autoridades satánicas, nutriéndose de las cuerdas y del infierno que crean en conjunto, influencia para con 'Wart Hog Man', deseosa de vanalidades concluyentes que casen con el arrojo que profesan, una suerte de Slaves bienaventurados sumidos en la pernoctación que el mismísimo diablo tiene para ellos, huracán de ruido imperturbable a la altura de Beekeepers rezándole a sus demonios, conjetura en clave post-punk que 'Into The Crypt' desarrolla en base a unas alucinaciones, gracias a las cuales a alguno le habrán llevado a arrancarse los oídos, expresión de máximo infortunio sobre el que gira su abrasador universo, techno incluido, mentalizado de guardarse lo mejor para 'Meat Creep' y ese final que recae en 'Pest Control', auspiciando el daño de los 70's en una apoplejía sonora, desinhibida y de violenca extrema, que hace mejor a este álbum con cada escucha, síntesis peyorativa del avance del punk y sus aliados a pasos agigantados.


📷 Quilla van Lieshout