'Max' juega a dos bandas cordales para que el disfrute en conjunto deje la superficialidad de lado y resalten las apariciones de DIIV, olvidadas en esa carrera al sprint cuando las guitarras vuelven a alinear sus caminos, optmizando así el confort del post-punk y los golpes bajos de la batería, manteniéndose a tono hasta que 'Smile' les vuelve a bajar al fango en un acto de concesión que mira al pasado y no al futuro, perseverando esa torsión con la que parece que van a crear un agujero negro, pero lejos de desaparecer, duplican sus esfuerzos como lo harían TRAAMS, traduciéndose su énfasis en una bondad que sigue con fugas instrumentales en su haber, aunque ahora las heridas se mantienen limpias hasta 'State Trooper', locura insana de punk viciado de los 70's y lo-fi adherido a sus costuras, redención que empatiza con L7, dejándose llevar 'The Fool' por un sentimentalismo inicial que acaba como el rosario de la aurora de todas sus intervenciones, terminando de acometer los crímenes sonoros que les quedaban, obra de buena esperanza para un futuro LP que les aguarda con los brazos abiertos.
📷 Lauren MassieOMAT - Optimization EP
El EP debut de OMAT, "Optimization", muestra al cuarteto de Brooklyn formado por Dharma Ramirez, Samuel Morrisey, Lucas Malone y Max, con las ideas claras, navegando 'Pickle' por un garage alucinado y grungeado hasta que la voz de la cantante pone el rock alocado a su altura, dejándose llevar por la estratagema lírica del pop mientras la instrumentación vuelve por sus fueros, entrando en un bucle que pone paz y pide guerra al mismo tiempo, quemando su derredor con su fuzz y el de 'Rail Reload', imperativo en su marcha nupcial hacia la electrificación de las masas, apareciendo el underground llena estadios como constante distorsionadora de un tema más mental que físico, permaneciendo los vocales en un segundo plano como si el shoegaze fuera a atraparlos, redes que no llegan a buen puerto al hacerse de noche y salvaguardar las distancias, 'Daisy' mediante, cuyas salidas de tono al micrófono representan el modo BRAIDS que ya estaba a punto de caramelo en sus antecesoras, rodeándose aquí de una dureza inusitada por la verticalidad de un post-rock que saborea las mieles de los derrames soñadores en sus intenciones.