Kopper elevan sus nuevos singles 'How Can You Be Sure?' y 'Fake It' a los altares del rock gracias sobre todo a la mano que ha interpuesto en las cuerdas Dion Lunadon (A Place To Bury Strangers) en la masterización, llegando Jon Williams al punk de shame a través del micrófono al atacar indiscriminadamente a todos aquellos explotadores que se saltan la moralidad a la torera y a los creyentes de su hipocresía, regando la instrumentación sus palabras con un garage fuzzeado plenamente consciente del rock y post-punk que conlleva su interior, lo que transporta al vocalista a la desesperación a la que YAK nos tienen acostumbrados, rugiendo en los momentos de caída al precipicio unos riffs guturales que mantienen la tensión creada en el segundo envite, acto de celebración enrabietada en la que la lírica por los altavoces corre a cargo de Ed Smith, liberando a su alrededor un pogo dimensionado a su favor con el que las baquetas de Tim Robins terminan de enloquecer, tanto que los poltergeists de su subconsciente circulan a su antojo por una psicodelia cuya paranoia acaba cuando, en modo cazafantasmas, su victoria echa mano de toda la corriente eléctrica habida y por haber de su Londres natal.