Tom aka The Cool Greenhouse, estrena su flamante álbum debut, via Melodic Records, sonando a todo lo que ya sabíamos de él en 'The Sticks', iniciación al Greenhousismo con un estilo que corresponde al universo de Speedy Wunderground, con una dialéctica que va poniendo los puntos sobre las ies mientras unos riffs garagerianos psicodelizados procedentes de la banda que le acompaña, van provocando un alienamiento del frontman que acaba en un desdoblamiento reverberado del que no sé sabe a ciencia cierta si se corresponde con su Dr. Jekyll o Mr. Hyde, despejando las dudas 'Cardboard Man', la cual prefiere la parte estable del doctor, manteniéndose firme e impasible a la hora de ejecutar un drop y arrancar de cuajo la energía del respetable, ochenteando en loop hasta encontrar a 'Gum' como salida inestable de su sonido, ya que su post-punk popero y jazzístico, por las pretensiones, muestra una bajada de tensión que se mimetiza con la depresión mostrada de la lírica, match con respecto al pensamiento de esa nueva normalidad que nos tiene a todos atrapados y en que 'Life Advice', juega la carta del divertimento social a través de un dream-pop necesitado de Pinch Points para su consagración, excitándose con unos microsonidos cuyas pretensiones se acercan a las de NOTS, pero con el foco puesto en la desclaustrofobización asociada a cualquier situación de peligro, de ahí las palmas y la banda sonora de videojuego de la NES traída por la caja de ritmos.
'Dirty Glasses' se cansa rápidamente de ser ese animador de fiestas, así que dejan de luchar contra si mismos y adoptan la animadversión sintética como forma de vida, la misma que rodea a la sociedad se mire desde el punto de vista que se mire, así que siempre hay puntos negros a los que por mucha psicodelia que les imprimas, acaban convirtiéndose en las manchas que ni siquiera 'Smile, Love!' ni puede ni quiere eliminar, simplemente por el hecho de constituir una burda sonrisa sangrienta que hace perder el rumbo de la realidad, esa que se olvida por completo en 'Trojan Horse', ya que la que encaja es la del mundo digital, acabando convertida en meme para '4Chan'.
'Prospects' se pone autobiográfica de aquella manera en la que Tom quiere, con el desafío de enfrentarse a la vida cogiéndola por los cuernos o abarrotándose de las decisiones que toman los demás por uno mismo, haciéndote ambas volar, aunque la caída garagera de la incorrecta es demasiado abrupta incluso para 'Outlines', la cual toma medidas minimalistas en parte por el alcohol en sangre que arroja su voz y en parte por la retórica de unos riffs cuya electricidad estática supera por momentos el umbral de los 50 Hz, abrumación que intenta evitar la mediocridad y la repetitividad, claramente esto último es algo que las letras llevan mejor que los hechos, mostrando 'Subletters Pt. 2 (Ft. The Shifters)' que lo de ir a su rollo es algo que llevan a la perfección.