Beige Banquet - Beta

Un mes después de que Tom Brierley (NOUGHTS y PKNN) presentara Beige Banquet como proyecto unipersonal, debuta en largo con "Beta", via Just Step Sideways Records, rociando 'Welcome To Rock Music' su invasión post-punkiana conteniendo en el fondo a Joy Division, antes de que la invasión de R.M.F.C. de su pistoletazo de salida en 'Wired / Weird', con el que cosecha elogios para empoderarse en el Hall Of Fame del underground, asestando un golpe definitivo cuando fuzz y garage se fusionan con el synth-punk, produciendo un colapso solo a la altura de The Cool Greenhouse, quien se luce modularmente en el interludio 'I', al lanzar un corte de mangas a 'Cold Yoghurt' a sabiendas que éste va a necesitar de su fuerza vital para continuar su camino, representando vocalmente dicha cruzada honoraria Rats On Rafts, vistiendo su estilismo de un garage sodomizado por los 70's y los 80's, capaz de hacer sintonizar a 'Hotel Room' con los primeros, añadiendo incluso un toque glamuroso que divide su cometido en poner su caos en orden y llevarlo a cabo con atrevimiento, contemplando una distorsión en la que L I T H I C S se ponen en primer plano, permitiendo una única alteración sensorial y porque ésta les mueve al son de un Jimi Hendrix actualizado a nuestros días.

'Undefined', haciendo honor a su nombre, aboga por un tropicalismo de idas y venidas, dado a contonearse ante una electrificación constante que saca su lado más gentil, fuerza bruta que empatiza con el espíritu de 'II', quien baila para liberarse de las malas vibraciones, golpe de efecto que también visualiza 'What Is Going On', la cual, de una forma más electrónica, lo lleva al extremo del desfase al quemar la suela de las zapatillas de sol a sol, alambre en el que se juntan a PINCH POINTS, no siendo suficiente para que 'III' caiga en un desfile violento de amargura cautivada a fuego lento, solemnidad de luto riguroso que también envuelve a 'Completely Signified', convirtiéndola en una balada dura de sentir, en la que no hay espacio para el dream-pop, discrepando de este bajón 'Cicada', cuyo espíritu King Gizzard & The Lizard Wizzard va elaborando riffs de idas y venidas, empoderados de un encuentro comercial con el rock añejo que enfatiza su poder instrumental, atrapando la caja de ritmos su mala conciencia en la repetitividad de sus vocales, olvidándose de ellos para alcanzar el nirvana a manos de un fuzz que en 'Beta II' vuelve a sus raíces post-punk, metronomistas en este caso y optando de nuevo por el estilo vocal de los de Rotterdam, estableciendo un egg-punk a su alrededor que confabula con viejos amigos, los cuales le liberan de las malas noticias y le ayudan, organísticamente hablando, a despedirse con ese regusto amargo del que nos dedicaría su vida entera.


📷 Maria Stavang