La visita al Left Of The Dial de este año trajo consigo a Wych Elm o lo que es lo mismo, Caitlin Elliman (voz y bajo), Jack Hitchins (bajo) e Immy Done (percusión), quienes debutan como nueva formación en el EP "Field Crow", via Black Dog, donde refrendan todo lo vivido en vivo, ya que incluso hasta los temas más tranquilos como 'Burn At The Skate', llevan impreso ese sello suyo de distorsión, en este caso instrumental, el cual combinan con rock y un grunge que eleva su categoría al de actitud de vida, de ahí el trasvase a sus vocales, sufridos y sentidos a partes iguales, contagio palpable en 'Virgin Mary', cuyas melodías repetitivas y batería pesada, caracolean entre el post-punk que se asiente como su base, llegando el punk en sus desviaciones cognitivas también en el tema que da nombre al álbum, trasmitiéndose el espíritu de Nirvana por el micrófono y esas letras apáticas y desencantadas.
La 'Plague' sigue a lo suyo, ahora insistiendo en el sonido basístico, poniéndolo de su lado con un hilo de esperanza que se traslada al mosh pit iracundo formado en la pista de baile, algo a lo que sigue dando fuerza 'Disgust', ganando el terreno cordal al emocional, insistiendo con teñir todo con una eterna oscuridad que no respeta ni a las altas frecuencias, llegando una 'Fever' por la noche de halloween en la que la posible transformación de sus cuerpos solo se hace efectiva a la luz de la luna, coreando el proceso esos riffs filtrados que se van llenando de rabia por momentos, desapareciendo esta de golpe en 'Wrot', slacker rock cantado al megáfono para hacer de la experiencia sonora una cautividad lo-fi por la que todavía fluyen los fantasmas de su adorada festividad y la de ILL.