Otro año más mi festival fetiche tenía lugar en Rotterdam, aunque esta vez, y sin que sirva de precedente, solo pude disfrutar del último día del festival Left Of The Dial, así que para calentar motores, nada mejor que Middleman para ir abriendo boca, punk rock embebido en una juventud que les permite acercarse al clímax experimental cuando les place, sonando por los altavoces ese acuerdo verbal e instrumental con los 70's, que tienen en su EP debut "Cut Out The Middleman", dejando con él un buen regusto entre los Rowtwonianos allí congragados, los cuales pedían un bis inconcebible que tan bien supieron suplir Alien Chicks, sacando a la mínima su temperamento, al estilo Radkey por aquello de agitarse por el escenario como por su casa, con movimientos incesantes concordantes con el estallido punk que asoma por los altavoces, llenándose de una rebeldía que deja cualquier pase fuera de juego, terminando de constatarlo al micrófono y con esa batería operante en ocho tiempos, lo que facilitó de buena manera los primeros acordes del mosh pit.
Lo de DEADLETTER en la iglesia Arminius fue una clase magistral de como llevar la normalidad del estudio a la subliminidad en vivo, algo que sus fans conocen a la perfección y que le lleva a uno a reconciliarse con la banda y es que sus canciones cobran vida propia, a pesar incluso de no estar en un ambiente más propicio como sería la oscuridad de un un pub abarrotado, aún así himnos como 'Binge' y 'Hero' brillaron con luz propia, lo mismo que su último single, 'Degenerate Inanimate', con lo que la fiesta estaba servida, uniéndose a ella wych elm, la verdadera reencarnación del grunge de los 90's, algo a lo que ayuda la voz de su cantante, Caitlin Elliman, y el poderoso bajo, por encima de la batería pero sobre todo, de la guitarra, entrando en trance psicótico por esa calma vocal que transmiten sus canciones, contrariedad a lo que ocurre con la instrumentación, piel de gallina con 'Susan Smith', 'School Shooter' y ese nuevo EP que se viene en noviembre "Field Crow", via Black Dog.
Otras triunfadoras de la noche fueron Grandmas House, obligando a que la piel se pusiera de gallina al hacer fácil aquello de que la realidad supere a la ficción de estudio, comprometiendo su directo con la causa, vertiendo billis con 'Body', 'Always Happy' y su masterpiece por antonomasia, 'How Does It Feel?', además de temas aún sin publicar, con los que a uno se le hace la boca agua al pensar que puedan juntarse en un álbum plagado de post-punk, rock de la vieja escuela y esa voz rota de Yasmin, trayendo a colación eso de mucho ruido y pocas nueces, para que más sabiendo que el siguiente plato era L.A. Sagne, metempsicosis de Cocaine Piss, dicho por mí y por mi compinche de fechorías, y Amyl And The Sniffers, dicho por ellos mismos, cumpliendo ambas a rajatabla por entre las canciones de su álbum debut homónimo, crudas y directas, de ahí el punk vocal de la cantante, Tara Wilts, de esos que pone firme hasta el más despistado, cobertura a la que se suman los australianos, con un poder de convicción total sobre la forma de pensamiento de su lírica, desplazada por LIFE, muchas tablas y más ganas todavía de tenerlos en persona y disfrutar de sus clásicos, así como las nuevas canciones de su último álbum, "North East Coastal Town", poniendo de relieve a un Mez espectacular al micrófono, combinando el telón frontal y lateral para meterse a todos en un bolsillo en el que también entra el batería Stewart, dejándose llevar esta vez por la adrenalina mental más que la que produce la rabia, aunque también hubo tiempo para su 'Popular Music'.
Neighbours Burning Neighbours jugaban en casa y aunque ello ya crea expectación por si mismo, el hecho de disfrutar de parte de las canciones de lo que el año que viene será su álbum debut, hacía que uno tuviera que estar presente sí o sí, y vaya si valió la pena, ya que lo allí vivido dejo en fuera de juego incluso a esa live session que parecía ser imbatible, presentándose con la idea de destacar en varios momentos lo importante que es cada uno de sus miembros, dándole el espacio necesario para brillar con luz propia, algo que les hace más fotogénicos que Eyesore & The Jinx, un reloj en ese escenario que tan bien manejan a su antojo, presentando un álbum debut que sale casi ya, "Jitterbug", entrando en cada tema a pies juntillas para salir de ellos con pies de plomo e incendiando un Worm electrificado y en la órbita de lo que estaba pasando enfrente, una genialidad para un día que terminó de consagrarse al compartir una cerveza con amigos y bandas locales, aunque como siempre, hubo unas cuentas que, solamente ese día, quedaron pendientes, léase M.U.G., cruush, The 113, Tommy Cossack & The Degenerators, Average Life Complaints, MSS France, Porchlicht, Bikini Beach, University, Otala, bdrmm, Naked Lungs, Bo Gritz, Chalk y Tramhaus.