Papaya Fuzz

Papaya Fuzz eran el trío suizo formado por Lee Amé (guitarra y vocales), Marjor High (bajo y coros) y Papya Ferguzz (batería y coros), los cuales tienen en su haber un LP y dos EP's, repartiendo en ellos garage y fuzz que se disloca a la mínima oportunidad, siendo los precursores de una banda amiga como son Iguana Death Cult, aunque también últimamente tienen detalles de cortesía de Sheer Mag y mucho surf en la sangre, de ahí que también que por sus temas recorra rock cincuentero y setentero, emanando de ellos a los The Parrots más convencidos de si mismos, aunque las alegrías de su debut en largo ("Get Bye Good High") se las merienda una 'Aurore' más interesada en las malicias de un halloween bien celebrado junto a ILL, lo que supone una minoría, ya que aunque intenten mantenerse en ese entorno de oscuridad, enseguida despegan hacia la decadencia sonora de sus comienzos, lo que les vale de identidad propia ante propios y extraños, haciéndose a la par con la pista de baile en 'Ail Sel Maïs', donde Elvis Presley obtiene el rédito suficiente como para hacerse con la comandancia del rock'n'roll, inédito en su perfil biográfico hasta la fecha, y cuya actitud permanecerá con ellos hasta nuestros días.

Y es aquí donde su 10" "Surf Attack Avenue" se arma de valor suficiente para traer a The Cramps, Ramones y (Thee) Oh Sees, dando una vuelta de tuerca a su sonido, pero sin perder esos riffs fuzzeros marca de la casa que los acompañan hasta el resto de sus días, o lo que es lo mismo, "Funeral", 7" que supone su punto y final como banda, aunque seguro que sus tentáculos se sobreponen a ello y enseguida los vemos por aquí de nuevo con otros proyectos con los que también romperán la pana, volviendo seguro a tener que pedir cita por adelantado al quiropráctico para que se haga cargo de nuestro maltrecho cuello, y es que golpes tan siderales como el de 'Set Me Free' no se van de la noche a la mañana por si solos, pero, sabiendo que el definitivo fin de fiesta está a la vuelta de la esquina de 'You Too' , podemos dejar que el 'Dr Ducrest' nos prepare para un envite en el que se hace del todo decirle adiós a una banda que tantas alegrías (y tanto desgaste de zapatilla) ha traído.


📷 Stephane Schmutz