Stuck debutan en largo con "Change Is Bad", via Born Yesterday Records, enfatizando en él el post-punk escuchado en sus primeras grabaciones, lanzándose 'Ceiling' con un carisma acrobático que entona a Archy Ivan Marshall aka King Krule al micrófono, hasta que los riffs garageros enfatizan la vida del cuarteto de Chicago y la transforman en una locura inacabada que se pasa a la vida de B Boys aquí y en 'Invisible Wall', la cual atiende a sus instintos más primarios y permite que el fuzz envalentonado de noise se haga cargo de su libido, llegando con ella el punk vocal de Greg, desdoblando la instrumentación un drama sin lágrimas que brota de su lírica, terminando de abrazar la locura más personal en 'Era', barbarie que pretende correr un tupido velo para no mostrar sus verdaderos pensamientos en un siglo XXI cargado de ciertas desgracias que, entre 'Dimed' y diretes, carga de un rock de transición que pone la voz de los Beekeepers, acompañada de un ensordecedor juego de dedos a las cuerdas que se regocijan en la cruel realidad, creando 'Bug Song' la falsa esperanza de que la rabia interna les va a abandonar en cualquier momento, ahogándose ésta en un vaso de agua de oscuridades sintomáticas que no dejan ver la luz del día, con la horrible sensación de querer estar en el upside down.
'Plank II' es la enfermedad pospuesta al remedio que podía haber evitado 'Plank I', entonando la primera una guerra civil cuyo alma no puede ser salvado por la segunda, aunque la sensación demoledora proveniente de sus gritos los elevan al templo de los magnates de la música, controlando la segunda un fuego interno que termina por estallar en vez de bajar las revoluciones, desafío aceptado por el tema que da nombre al álbum, el cual lleva a pensar que lo visto anteriormente puede ser lo que son en realidad, dejando que seamos nosotros mismos quienes debemos entonar la última palabra al respecto, 'Wrong Question' si no se eleva el tono hasta la madre de las sublevaciones contemporáneas, premonición que se está haciendo realidad en base a un virus que se ha apropiado de nuestras vidas, y antes?, y después?... que 'Anniversary' nos pille confesados, o más bien en duelo, no yéndose las penas ni con la mayor de las insistencias cordales, llegando la desesperación a pasearse ante una melancolía que borra sus huellas haciendo sonar las 'Bells' de unos TRAAMS engarzados en su momento más álgido de idiosincrasia temeraria con Preoccupations de fondo.
📷 Vanessa Valadez
