Stuck - Freak Frequency

Los adelantados a su época aka Stuck vuelven a apoderarse del espacio-tiempo del post-punk acelerado en su nuevo LP "Freak Frequency", via Born Yesterday Records y Future Shock, refrendando desde 'The Punisher' que la contratación de Greg Obis (voz y guitarra), Donny Walsh (guitarra), David Algrim (bajo) y Tim Green (batería), así como la ayuda saxofonal de Sarah Clause, seducen el tema a través de la tipología instrumental de TRAAMS y Preoccupations, yendo y viniendo los riffs, mientras la disyuntura cordal adicional se centra en una fiesta alternativa que es más garagera que rockera, y es que caer en los básicos nunca ha sido lo suyo, de ahí que B Boys asomen la cabeza por 'Lose Your Cool', con el matiz de acariciar una barbarie oscurantista, cuya tranquilidad se ve atormentada por un torrente de fuzz y una rayantura emocional, que desembocan en 'Time Out', golpe a la sien de unos 70's defenestados en primer término por el punk sobresaltado que practican, encauzando una distorsión que, a velocidad de vértigo, desprotege el noise ejecutivo que podía llegar a ser y finalmente fue 'Planet Money', un striptease de abrasión corpórea, cuyo crimen es perpetrado entre salpicaduras de sangre venidas de sus malos hábitos estilísticos, dando al traste con un arrpentimiento depresivo en el que DIIV les termina de adecentar para ese funeral maldito al que todavía no estaban preparados, dejando de lado los 90's.

El tema que da nombre al álbum no recula y se muestra empecinado en llevar al trote la desbandada disociativa sónica en la que se ha convertido su segunda gran obra maestra, encajando los golpes con autoridad maestra hasta el despertar de esa alarma que los deposita en 'Fools Idol', ejercicio de supervivencia en la naturaleza urbana y liberación mental saludable, que bajan el pistón en su entrada a meta, sintiéndose auspiciados por un rock que es más que roll, repleto de estallidos industriales con los que vuelven a su estado natural, dando buena fe de ello 'Make It Up', interludio alargado que recibe con los brazos abiertos a 'Plank III', intromisión a la altura de King Krule, afectiva y taxativamente, aunque nunca perdiéndole la cara al sonido de Chicago en sus brazos, sucediéndose el tan esperado síndrome compartimental en 'Break The Arc', de ahí que la quema de zapatillas sea una obligación, la cual llega a límites de desintegración materialista antes de sucucederse 'Scared', plato de excelente gusto encerrado en sí mismo y en su propio disfrute, con un pie en el exceso del CBGB y el otro en la coldwave de los 80's, híbrido de intensidad máxima antes de que 'Do Not Reply' marque un final épico del que incluso participa al micrófono Miranda Winters (Melkbelly), razones más que suficientes para que lo que se viene encima sea un desfase necesario, de acabado en alto y como el rosario de la aurora.


📷 Vanessa Valdez