Las bandas inglesas no entienden de territorios, de ahí que la pequeña ciudad de Nottingham albergue a Do Nothing, cuyo EP debut, "Zero Dollar Bill", sigue con la revuelta impulsada desde Dublin por bandas como The Murder Capital, Fontaines D.C. o localmente por Italia 90, condensando 'Comedy Gold' todas ellas gracias al guitarrista Kasper Sandstrøm, el bajista Charlie Howarth y el batería Andy Harrison, ya que las pretensiones de su frontman, Chris Bailey, apuntan primeramente a Girl Band, aunque, tras pasar por la cuarentena de riffs cordales de sus compañeros, acaba rendido a éstas, incluso sus primeras palabras aprovechan el tirón para publicitarlas, pero a medida que el garage y el fuzz se van haciendo dueño y señor de su sonido, la caballerosidad excéntrica de los primeros The Strokes lo contamina todo, así que para no perder su esencia, 'New Life' centra su discurso en la expansión del tiempo en vez de la explosión de los pequeños momentos.
'Contraband' vuelve a tirar de experiencias coyunturales adornadas de un post-punk que viene cargado de un rock revolucionado por shame, aunque su exaltación vocal se queda a las puertas del cielo más que del infierno, algo que no pasa desapercibido por 'LeBron James', que se marca un triple en su vertiente spoken word a lo Sinead O'Brien, que al cuarteto, con la excitación distorsionada del momento y las prisas instrumentales, les lleva a organizar un baile de graduación en el que la locura de Marching Church atrapa a 'Fits', contagiándola de su demencia al tiempo que engaña al rock superficial para que se salve de la quema, gracias al entrelazado maldito de su instrumentación, camino directo al lado oscuro de sus antecesoras.